miércoles, 17 de julio de 2024

LAS CARACTERISTICAS DE LAS MONARQUIAS MODERNAS - EDAD MODERNA

 Las Características de las monarquías modernas

Con el fortalecimiento de la monarquía se transformó la organización y la administración de los Estados Modernos. Entre los principales cambios se encontraban:

ü  La Burocracia: las monarquías organizaron un cuerpo de funcionarios, la burocracia, capaz de hacer cumplir las leyes, de administrar justicia y de cobrar impuestos en nombre del rey. Los cargos de mayor jerarquía en la burocracia estaban ocupados por lo nobles y por los burgueses más ricos.

ü  El sistema diplomático: la organización del territorio de los Estados modernos obligó a establecer las fronteras con otros monarcas. Muchas veces, esta demarcación se hizo por medio de guerras, pero también mediante la diplomacia. Los reyes nombraban embajadores en otros reinos. Su actividad más importante era acordar alianzas matrimoniales entre reyes de distintos Estados,  para mantener o acrecentar el territorio de un reino por medios pacíficos.

ü  El ejército permanente: las monarquías organizaron ejércitos propios para depender de la lealtad personal de señores y vasallos. En estos ejércitos, el cuerpo más importante era la infantería (soldados de a pie) y no la caballería, como en la época feudal. Los ejércitos reales estaban formados por soldados mercenarios, es decir, pagos. Esto permitía a los reyes utilizarlos tanto en la guerra con otros Estados como en la represión de amenazas dentro del reino (guerras contra señores rebeldes o rebeliones campesinas).

ü  Símbolos de unión nacional: los reyes adoptaron escudos y banderas que representaban la unión del país en torno de su figura. Estos símbolos estaban identificados con  cada Estado (por ejemplo, los leones y las torres, en el reino de Castilla y León) o con la dinastía o familia reinante (como la flor de lis en el caso de Francia).    


BATALLA DE PAVÍA, COMBATE LIBRADO ENTRE LOS EJERCITOS ESPAÑOL Y FRANCÉS EN 1525. La organización de ejércitos permanentes formados por soldados mercenarios a las órdenes del rey fue una característica de las monarquías modernas. Nótese la importancia de la infantería en estos ejércitos, mucho mayor que la caballería.  

sábado, 26 de agosto de 2023

LOS CAUDILLOS "LOS ALZAMIENTOS FEDERALES"

 

Estudio de caso

Los alzamientos federales

Durante el proceso de conformación del Estado Nacional argentino se dieron numerosos enfrentamientos entre las diferentes provincias. En ellas, si bien no había aún una organización central, existían los caudillos, líderes populares que tenían cargos en las gobernaciones y también su propio ejército, denominado “montoneras”.

ANGEL VICENTE PEÑALOZA “EL CHACHO”

Apodado “El Chacho”, Ángel Vicente Peñaloza nació a fines del siglo XVIII, en el Virreinato del Rio de la Plata. Fue un caudillo y militar federal, líder de la actual provincia de La Rioja. De joven fue oficial de milicias y combatió en diferentes batallas, como la de El Tala, en la que fue herido por el ejército unitario. Participó de la milicia de Facundo Quiroga, hasta que este fue asesinado en 1836.

El triunfo de las fuerzas de Mitre en la batalla de Pavón, en 1861, puso fin a la Confederación Argentina e inició un proceso de reorganización nacional bajo la preeminencia de Buenos Aires, hasta entonces separada del resto de las provincias.

En 1840, el caudillo riojano Peñaloza había combatido a Rosas. Además, ostentaba el rango de general de la Confederación desde 1855. En 1862 puso en marcha un levantamiento armado cuestionando el centralismo porteño. Así, inició la resistencia con un numeroso ejército, aunque durante  1862 resultó derrotado en varias oportunidades. Luego de firmar un armisticio con el gobierno del entonces presidente Bartolomé Mitre, realizó un nuevo levantamiento  en mayo de 1863 que no fue reconocido como la insurrección de un ejército federal en combate, sino como una simple cuestión policial. Entonces Peñaloza convocó a Urquiza a comandar un movimiento federal, pero el gobernador  de Entre Ríos se mantuvo leal al gobierno nacional.

Pese a la falta de recursos, las montoneras [1]de Peñaloza entraron en la ciudad de Córdoba en mayo de 1863 pero, derrota tras derrota, fueron obligados a replegase. En octubre de ese año, tras desorientar las maniobras del ejército nacional, las montoneras de Peñaloza realizaron acciones en San Juan para derrocar Sarmiento, gobernador de la provincia. Antes de ingresar a la ciudad, las partidas fueron interceptadas y derrotadas por tropas nacionales dirigidas por José Miguel Arredondo. Peñaloza se refugió en Olta, La Rioja donde fue alcanzado y asesinado el 12 de noviembre de 1863. Su cabeza fue exhibida sobre una pica en la plaza de Olta, en medio de los llanos riojanos. Pero su  muerte no fue suficiente para que el gobierno central pacificara el interior.

FELIPE VARELA

Felipe Varela (1821-1870) fue un caudillo Catamarqueño que luchó contra Rosas desde 1840. Luego de la caída de Rosas en 1852, regresó de Chile, adonde había viajado y se había unido a su ejército y entró en las filas del ejército de la Confederación, en el que luchó bajo las órdenes de Urquiza en Pavón. En 1862, Varela se unió a la sublevación Peñaloza contra las autoridades nacionales de Buenos Aires. Como protegido de “El Chacho”, fue nombrado jefe de policía en La Rioja y en 1863 invadió Catamarca y combatió en varias batallas. Luego del asesinato de Peñaloza, Varela se refugió en Entre Ríos para servir nuevamente a las órdenes de Urquiza y más tarde volvió a Chile.

Varela era un federal opositor al gobierno de Buenos Aires, entonces en manos del presidente Bartolomé Mitre y de la Constitución de 1853. Tras la muerte del caudillo riojano Peñaloza, los pobladores de las provincias, que entonces sufrían las miserias y arbitrariedades del gobierno central, comenzaron a ser reclutados como soldados para enviar a la guerra en Paraguay. Frente a estas condiciones, en 1867 Varela inició un alzamiento desde Chile, e invadió la provincia de San Juan con la ayuda de fuerzas integradas por chilenos y emigrados  argentinos, al mando de Juan Saá y Juan de Dios Videla. El 6 de enero, las montoneras entraron en la capital de la provincia, y al mes siguiente controlaron toda la región cuyana y planificaron acciones sobre Córdoba y las provincias del norte.   

El gobierno nacional, bajo la presidencia de Bartolomé Mitre, traslado 3.500 soldados desde la guerra contra Paraguay hacia el norte y Cuyo para sofocar la rebelión organizada por el caudillo catamarqueño. El 1° de abril, José Miguel Arredondo se impuso sobre las montoneras de Saá y Videla en San Ignacio, provincia de San Luis. Pocos días después, Varela fue derrotado por las fuerzas de Antonino Taboada, en Pozo de Vargas, cerca de la capital riojana.

Apodado “el Quijote de los Andes”, luego de la derrota de la rebelión, Varela se refugió en Chile, donde murió en 1870.

RICARDO LÓPEZ JORDAN

El último levantamiento federal fue liderado por Ricardo López Jordán (1822-1889) en Entre Ríos. En  esa provincia, la popularidad de Urquiza se encontraba deteriorada debido a las críticas que despertaban su gestión al frente del gobierno provincial y su pasividad ante la suerte de los federales del Interior, sumado a su acercamiento al entonces presidente Sarmiento.

El 11 de abril de 1870, las tropas de Jordán asesinaron a Urquiza y la Legislatura lo designó gobernador provisional. El presidente Sarmiento dispuso la intervención de la provincia y las montoneras jordanistas resistieron hasta el 26 de enero de 1871, cuando fueron derrotadas en la provincias de Corrientes por la fuerza nacionales comandadas por Julio Argentino Roca.

 

 

ACTIVIDADES

Investiguen sobre la figura del caudillo en la Argentina. Realicen el trabajo sobre la base de la siguiente guía.

a)     Características de la figura  del caudillo.

b)    Quienes fueron los principales caudillos del siglo XIX.  Analicen al menos cinco casos.

c)     Elijan uno de los caudillos que no esté mencionado en este libro y escriban una breve biografía. 

d)    Expliquen quienes fueron los opositores al caudillismo.

Se debe entregar cada hoja con nombre y apellido del estudiante. Además en folio para proteger la producción. Se puede utilizar imágenes para ilustrar.

 


PROFE. ABARZA, ELISABETH

 

 



[1] Grupo de hombres a caballo que intervenía como ejército irregular e invocaba la defensa del sistema constitucional avasallado por la ofensiva porteña. 

TRABAJO PRACTICO "EL ASCENSO DEL FASCIMO Y DEL NAZISMO"

 EL ASCENSO DEL FASCISMO Y DEL NAZISMO

En esta actividad deberás redactar un informe analizando el Programa fascista y el Programa Nacionalsocialista. Ambos programas fueron elaborados antes de que MUSSOLINI y HITLER ascendieran al poder, por lo que su contenido te permitirá observar los objetivos y las ideas políticas del fascismo y el nazismo en el momento en que se estaban conformando. Para elaborar el informe deberás tener en cuenta estas preguntas: 

¿A qué sectores sociales estaba dirigido cada programa?

¿Contienen propuestas de tipo corporativo? 

¿Qué frases muestran el carácter nacionalista de los dos movimientos? 

¿Había propuestas del tipo liberal o socialista en los primeros programas del fascismo y el nazismo? 

¿En qué párrafos se advierten las características expansionistas, discriminatorias y autoritarias de los dos movimientos? 

¿Cuáles son los puntos en común de ambos programas? 

¿Qué ideas se llevaron a la práctica cuando tomaron el poder y cuáles no? 

FUENTES 1: Programa de las Fasci di combattimento, publicado el “il polo d´Italia” el 06 de junio de 1919. 

“¡Italianos! Éste es el programa de un movimiento sanamente italiano. Revolucionario, porque es antidogmático y antidemagógico; fuertemente innovador, porque carece de prejuicios. Consideramos por encima de todo el éxito de la guerra revolucionaria. Los demás problemas – burocracia, administración, justicia, sistema escolar, colonias, etc- los abordaremos cuando hayamos creado una nueva clase dirigente. 

En consecuencia, reclamamos: 

Para el sistema político: 

a) Sufragio universal con escrutinio de lista regional y representación proporcional, derecho de voto e igualdad para las mujeres. 

b) Reducción de la edad para el sufragio a los dieciocho años, y a los veinticinco años para ser diputado. 

c) Abolición del Senado.

d) Convocatoria, para un periodo de tres años, de una Asamblea Nacional cuya tarea esencial será el establecimiento de una nueva estructura constitucional del Estado. 

e) Formación de consejos nacionales, técnicos del trabajo, de la industria de los transportes, de la higiene social, de las comunicaciones, etc., elegidos por las colectividades profesionales o de oficio; con poderes legislativos y el derecho de elegir un comisario general con las facultades de un ministro. 

Para el problema social, propugnamos: 

a) La promulgación inmediata de una ley que sanciones para todos los trabajadores la jornada legal de ocho horas de trabajo. 

b) Introducción de un salario mínimo.

c) La participación de los representantes de los trabajadores en el funcionamiento técnico de la industria.

d) La administración de las industrias y los servicios públicos por las organizaciones proletarias, cuando éstas sean dignas de ello, moral y técnicamente. 

e) Pronta y completa satisfacción de las reivindicaciones de los ferroviarios y de todos los empleados en la industria del transporte.

f) Apropiada revisión del proyecto de ley de los seguros de enfermedad y vejez, que rebaje el límite de edad de 65 a 55 años.        

Para el problema militar, deseamos: 

a) Creación de una milicia nacional, con periodo de instrucción y un objetivo exclusivamente defensivo. 

b) Nacionalización de todas las industrias de armamento y explosivos. 

c) Una política exterior nacional que revalorice la posición de Italia en la competencia pacifica de las naciones civilizadas. 

Para el problema financiero, defendemos: 

a) Un impuesto extraordinario de carácter progresivo sobre el capital, que represente una expropiación parcial de todas las riquezas.

b) La confiscación de todos los bines de las congregaciones religiosas y la suspensión de todas las rentas eclesiásticas episcopales que constituyen una enorme carga para la nación y un privilegio para una minoría”. 

FUENTE 2: Programa del Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán, de 1920

1- “Exigimos la unión de todos los alemanes para constituir una Gran Alemania fundada en el derecho de autodeterminación de los pueblos. 

2- Exigimos la igualdad de la nación alemana con las demás naciones y la abolición del tratado de paz de Versalles. 

3- Exigimos espacio y territorio para la alimentación de nuestro pueblo y para establecer a nuestro exceso de población. 

4- Nadie, aparte de los miembros de la nación, podrá ser ciudadano del Estado. Nadie, fuera de aquellos por cuyas venas corra sangre alemana, sea cual fuere su religión, podrá ser miembro de la nación. Por consiguiente, ningun  judío será miembro de la nación. […]

6- El derecho a participar en las decisiones sobre el liderazgo y sobre las leyes del Estado pertenece únicamente a los ciudadanos. Exigimos, en consecuencia, que todo cargo público sea desempeñado exclusivamente por ciudadanos.    

13- Exigimos la nacionalización de todos los TRUSTS.

14- Exigimos que se repartan los beneficios de las grandes empresas. 

15- Exigimos una gran extensión  del sistema de pensiones para la vejez. 

16- Exigimos la creación y mantenimiento de una sana clase media, la municipalización inmediata de los grandes almacenes y su arrendamiento en condiciones favorables a pequeños comerciantes y que se tenga una consideración especial hacia los pequeños proveedores de la administración pública.

17 – Exigimos la reforma de la propiedad rural para que sirva a nuestros intereses nacionales-, la aprobación de una ley ordenando la confiscación de la tierra sin indemnización para usos púbicos; la abolición del interés en los prestamos sobre tierras y la prohibición de especular con las mismas. 

21- El Estado debe preocuparse de elevar el nivel general de salud de la nación protegiendo a las madres y a los niños, prohibiendo el trabajo infantil, desarrollando la capacidad física mediante la provisión legal de la gimnasia y el deporte obligatorios, y apoyando sin restricciones a toda asociación orientada hacia la educación física de la juventud. 

22- Exigimos la abolición del ejército mercenario y la formación de un ejército del pueblo. 

23- Exigimos la adopción de medidas legales contra las mentiras políticas y su propaganda por medio de la prensa. Los periódicos que vayan en contra del bienestar nacional tienen que ser prohibidos. Exigimos que se persiga legalmente a todas las tendencias artísticas y literarias que puedan contribuir a la disgregación de nuestra vida como nación, y la supresión de cualquier institución cuyos fines estén reñidos con la citada exigencia.

25- Para realizar todo lo que precede, exigimos: la creación de un poder central fuerte en el Reich; autoridad absoluta del parlamento central sobre el Reich y sus organizaciones; y formación de Cámaras profesionales y mercantiles para poner en práctica en cada Estado las leyes generales del Reich”.      

      


lunes, 22 de mayo de 2023

LA EXPANSION COLONIAL: EL IMPERIALISMO

 

Hacia la segunda mitad del siglo XIX. Europa inició de un modo continuo y sistemático la conquista económica y militar de inmensos territorios de ASIA y de AFRICA. En un primer momento la iniciativa la tomaron Francia e Inglaterra y más tarde lo hizo ALEMANIA. Las razones que los llevaron a realizar estas ocupaciones territoriales fueron:

1.    Las industrias europeas necesitaban, luego de la crisis de 1.873, mercados en donde colocar sus inversiones de capital (ferrocarriles, telégrafos y préstamos) para evitar que sus ganancias continuaran bajando;

2.    En las nuevas regiones podían vender sus productos sin competidores y obtener de ellas materias primas para continuar con el desarrollo industrial en EUROPA. Además, para la obtención de materias primas contaban con la ventaja de utilizar a la población local como mano de obra abundante y barata.

La expansión imperialista también se extendió sobre AMERICA LATINA. Desde las primeras décadas del siglo XIX, las ex colonias españolas eran países políticamente independientes. Sin embargo, sus economías estaban bajo la influencia de las potencias industriales europeas, principalmente GRAN BRETAÑA. Los países americanos productos primarios (de la agricultura, la ganadería, la minería) que vendían a los países europeos. Y éstos les vendían sus productos industriales.

Este intercambio comercial generó una relación de dependencia económica. Aunque desde la segunda mitad del siglo XIX, los países latinoamericanos no dependieron políticamente de los países europeos (no fueron colonias), formaron parte de un “un imperio informal británico”.

Los territorios dominados militar, económica y políticamente fueron considerados “colonias”, gobernadas por funcionarios designados por las metrópolis europeas. Los funcionarios podían ser de origen europeo o local. Las colonias de cada metrópoli formaron parte de un “imperio colonial”.

En algunas regiones del mundo, la expansión imperialista no significó la ocupación militar y política de los territorios. El dominio se ejerció por otros métodos, por ejemplo el establecimiento de áreas de influencia como en China o el ejercicio de presiones políticas como en la mayor parte de AMERICA LATINA.  



martes, 8 de noviembre de 2022

jueves, 27 de octubre de 2022

DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO

REVOLUCION FRANCESA

 DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO

Los historiadores suelen señalar que la Revolución Francesa fue una “revolución burguesa”. Este concepto indica que las transformaciones que produjo este proceso histórico dieron lugar a un nuevo tipo de sociedad en la cual el sector social y político preponderante pasó a ser la burguesía, y no la nobleza, como en el antiguo régimen. Esto no quiere decir que sus actores fuesen exclusivamente los burgueses. 

Así, en la Revolución Francesa participaron, como miembros del Tercer Estado, otros grupos sociales (campesinos, artesanos, trabajadores asalariados). Pero las transformaciones políticas, jurídicas y culturales que introdujo dieron lugar a una sociedad burguesa. 

LIBERTAD Y LA IGUALDAD JURIDICA 

En el caso de la Revolución  Francesa, un aspecto fundamental que la muestra como una “revolución burguesa” fue el establecimiento de la igualdad jurídica, es decir que, más allá de sus diferencias de riqueza y de nacimiento, a todos los habitantes de Francia se les aplicasen las mismas leyes. Al mismo tiempo, consagró una serie de derechos fundamentales para asegurar las libertades individuales. 

Estos principios fueron consagrados en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, aprobada por la Asamblea Nacional y publicada el 26 de agosto de 1789. Ese documento marcaba el nacimiento  de la nueva sociedad, ya que reunía las aspiraciones de la burguesía a que se pusiese fin a los privilegios de que gozaba la nobleza y a las arbitrariedades del absolutismo. 

ARTICULO 1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales solo pueden fundarse en la utilidad común. 

ARTICULO 2. La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. 

ARTICULO 3. El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo, ningún individuo, pueden ejercer una autoridad que no emane expresamente de ella. 

ARTICULO 4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro; por eso, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites solo pueden ser determinados por la ley. 

ARTICULO 5. La Ley solo tiene derecho a prohibir los actos perjudícales para sociedad. Nada que no esté prohibido por la ley puede ser impedido, y nadie puede ser constreñido a hacer que esta no ordene. 

ARTICULO 6. La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a contribuir a su elaboración, personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos, ya sea que proteja o que sancione. Todos los ciudadanos, al ser iguales ante ella, son igualmente admisibles en toda dignidad, cargo o empleo públicos, según su capacidad y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus talentos. 

ARTICULOS 7. Ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido, sino en los casos determinados por la ley y con arreglo a las formas que esta ha prescrito. 

Quienes soliciten, cursen, ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias deberán ser castigados; pero todo ciudadano convocado o aprehendido en virtud de la ley debe obedecer de inmediato; es culpable si opone resistencia. 

ARTICULO 8. La ley solo debe establecer penas estricta y evidentemente necesarias, y nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley establecida y promulgada con anterioridad al delito, y aplicado legalmente.

ARTICULO 9. Puesto que todo hombre se presume inocente mientras no sea declarado culpable, si se juzga indispensable detenerlo, todo rigor que no sea necesario para apoderarse de su persona debe ser severamente reprimido por la ley. 

ARTICULO 10. Nadie debe ser incomodado por sus opiniones, inclusive religiosas, a condiciones de que su manifestación no perturbe el orden público establecido por la ley. 

ARTICULO 11. La libre comunicación de pensamientos y de opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre; en consecuencia, todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente, a cambio de responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley. 

ARTICULOS 12.  La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano necesita de una fuerza pública; por lo tanto, esta fuerza ha sido instituida en beneficio de todos, y no para el provecho particular de aquellos a quienes ha sido encomendada. 

ARTICULO 13. Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, resulta indispensable una contribución común; esta debe repartirse equitativamente entre los ciudadanos, proporcionalmente a su capacidad. 

ARTICULO 14. Todos los ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o a través de sus representantes, la necesidad de la contribución pública, de aceptarla libremente, de vigilar su empleo y de determinar su prorrata, su base, su recaudación y su duración. 

ARTICULO 15. La sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a todo agente público.

ARTICULO 16. Toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución.

ARTICULO 17. Al ser la propiedad de un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa indemnización. 


EL MODELO ECONOMICO: INDUSTRIA Y MERCADO INTERNO

 EL MODELO ECONOMICO: INDUSTRIA Y MERCADO INTERNO

El peronismo continúo con la política económica implementada desde la década de 1930, orientada al fomento de la industrialización por sustitución de importaciones.

Por temor a que estallara una tercera guerra mundial, que pudiera provocar una nueva depresión económica en la Argentina, Perón consideraba necesario lograr la independencia económica del país. Ello implicaba reducir al máximo la dependencia del exterior en cuanto a la obtención de productos industrializados, que debían ser suministrados por la industria local. 

Para cumplir ese objetivo, el gobierno recurrió a una herramienta muy extendida en todo el mundo, desde la Unión Soviética hasta las sociedades capitalistas más avanzadas: la intervención del Estado en la economía. Así, se procedió a elaborar planes de desarrollo a mediano  plazo, basados en los objetivos que se pretendía alcanzar. Durante el peronismo, se pusieron en práctica dos planes quinquenales: el Primer Plan Quinquenal se extendió entre 1947 y 1951, en tanto el segundo, basado en un diagnostico radicalmente distinto de los problemas económicos, comenzó a aplicarse a partir de 1953.    

Dentro del modelo económico auspiciado por el gobierno, la prioridad era profundizar la industrialización, cuya demanda procedería del mercado interno. En consecuencia alentó el pleno empleo y favoreció la redistribución del ingreso por medio de la extensión de las políticas sociales implementadas desde 1943, como el aguinaldo, las vacaciones pagas, los convenios colectivos, el seguro social y el reconocimiento de los sindicatos. Esto redundó en la conformación de una clase obrera con un alto poder adquisitivo, lo cual realimentaba el consumo, y favoreció la acumulación de importantes ganancias por parte de los empresarios, beneficiados por la protección arancelaria frente a la competencia externa. 

De esa forma, en los primeros años del gobierno de Perón, se registró un importante crecimiento de las ramas industriales asociadas a la demanda de bienes de consumo masivo: textil, máquinas y artefactos eléctricos (como heladeras y otros electrodomésticos) y maquinarias (como tractores). 

LA RELACION CON EL CAMPO


El gobierno financiaba el desarrollo de la industrialización y su política social con recursos que obtenía de diversas fuentes. Por un lado, se aumentaron algunos impuestos, como el impuesto a los réditos -  hoy llamado impuesto a las ganancias, y se establecieron otros, como la tasa que gravaba los beneficios de las empresas. Por otro lado, se utilizó el superávit de las cajas de jubilaciones. Sin embargo, la principal fuente de financiamiento del gasto estatal fue el campo, un sector que ocupaba un rol secundario en el proyecto de país impulsado por el peronismo y que, en el discurso oficialista, era identificado con la oligarquía. 

Durante el Primer Plan Quinquenal, para sostener la industrialización, el gobierno decidió utilizar gran parte de los recursos del campo. Para ello, creó el Instituto Argentino para la promoción del intercambio (AIPI), un organismo mediante el cual el Estado monopolizó el comercio internacional. El IAPI compraba la producción cerealera local a un precio fijo, inferior al que se pagaba en el mercado exterior, y la exportaba a precios internacionales. 



La intervención del Estado en las relaciones comerciales garantizaba dos situaciones: por un lado, el abaratamiento del precio interno de los alimentos básicos, lo cual favorecía el consumo; por el otro, la obtención de amplios márgenes de ganancias que generaban los recursos necesarios para sus proyectos sociales y económicos. 

En la práctica, estas medidas desalentaron la producción agraria. Dados los pobres beneficios que obtenían en un mercado controlado por el Estado, los productores no encontraban incentivos para aumentar el nivel de su producción. En consecuencia, muchos redujeron  la producción de cereales tradicionales, como el trigo y el maíz, y decidieron diversificar sus productos, orientándose al girasol, el maní o la cebada, o hacia la ganadería. 

Otras medidas del gobierno también resultaron perjudiciales para el campo. Una de ellas  fue el cambio en el sistema de arrendamientos. El gobierno dispuso la renovación de los contratos de arrendamiento a los mismos valores que el contrato de arrendamiento a los mismos valores que el contrato anterior, sin contemplar los efectos de la inflación, con lo cual los propietarios de la tierra vieron doblemente erosionados sus ingresos. Al mismo tiempo, los patrones tuvieron que aumentar los salarios de los trabajadores rurales para evitar que migraran hacia las principales ciudades del país, donde podían conseguir empleo en las nuevas industrias.

LAS NACIONALIZACIONES 


El peronismo fomentó la intervención del Estado en la economía y una de sus manifestaciones fue la creación de industrias estatales o mixtas, entre ellas, Gas del Estado, Yacimientos Carboníferos Fiscales, Sociedad mixta Siderurgia Argentina (Somisa) e Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME). Las empresas sido expropiadas en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, también quedaron dentro de la órbita estatal en el marco de la Dirección Nacional de Industria del Estado (DINIE).

Además, el Estado tomó parte activa en la prestación de servicios pública, como el transporte- a través de la Empresa de Líneas Marítimas Argentina (ELMA) y la Flota Aérea Mercante Argentina (FAMA) -, los teléfonos y la electricidad en el interior del país. Algunas de esas intervenciones implicaron la nacionalización de industrias y servicios, hasta entonces en manos de capitales extranjeros, aprovechando el fin de las concesiones de las empresas o el interés de sus antiguos propietarios por desprenderse de ellas debido a los altos costos de renovación tecnológica y los limitados beneficios que generaban. 

Por su parte, la nacionalización del Banco Central, hasta entonces de capitales mixtos, otorgó al gobierno un mayor control sobre la moneda y el crédito. 

Pero el caso más resonante de nacionalización de servicios públicos fue el de los ferrocarriles que, desde sus orígenes y con contadas  excepciones, habían estado en poder de empresas de capitales británicos. Para su adquisición, el gobierno empleo el saldo favorable en libras esterlinas, proveniente del comercio exterior con Gran Bretaña, que la Argentina había acumulado durante la Segunda Guerra Mundial. Esas libras estaban bloqueadas en el Banco de Inglaterra y solo podían ser aplicadas a transacciones entre ambos países. Por ese motivo, el gobierno decidió utilizarlas como una alternativa de inversión. Esta medida fue presentada ante la sociedad como una política de recuperación del patrimonio nacional y un ejemplo de la independencia económica. Pero, en realidad, desde la década de 1920, los ferrocarriles habían dejado de ser rentables para los británicos debido a la competencia de los automóviles. Por lo tanto, hacía tiempo que habían dejado de invertir en su mantenimiento.