jueves, 20 de mayo de 2021

LOS 14 PUNTOS DE WILSON Y LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES

 

LOS 14 PUNTOS DE WILSON  Y LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES


Como hemos señalado, el presidente estad


ounidense Wilson fue el impulsor de muchos de los puntos plasmados en los tratados de paz.




Sus aspectos centrales – conocidos como “los catorce puntos” – fueron: la existencia de convenios abiertos, para poner fin a la diplomacia secreta, libertad de navegación en la paz y en la guerra, para no afectar intereses económicos, eliminación de barreras proteccionistas en las economías nacionales; reducción de armamentos; respeto por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y seguridad para el desarrollo autónomo de las diferentes nacionalidades; creación de una asociación general de naciones, a constituir mediante pactos específicos con el propósito de garantizar mutuamente la independencia política y la integridad territorial tanto de los estados grandes como de los pequeños.

Este último punto fue el que  le dio vida en 1920 a la SOCIEDAD DE LAS NACIONES, que fue un organismo supranacional, con sede en Ginebra, cuyo principal objetivo era evitar el estallido de nuevas guerras mediante la resolución, de manera pacífica, de los conflictos internacionales. Además, perseguía la seguridad colectiva, el desarme y la cooperación económica y cultural entre los diversos Estados del mundo.

No obstante, su organización fue débil porque, además de excluirse a la URSS y a los países vencidos, no contó con fuerzas militares propias ni con capacidad ejecutiva para el cumplimiento de sus resoluciones. A ello se sumó el posterior retiro de los Estados Unidos, que inició una política aislacionista después de que su Senado no ratificada el Tratado de Versalles.

HISTORIA "Argentina y el mundo.

La primera mitad del Siglo XX" 2010

domingo, 2 de mayo de 2021

TIEMPO, CIVILIZACIÓN E HISTORIA

 

NUESTRO PRESENTE Y NUESTRO PASADO

Mira a tu alrededor.

Este apunte que estás leyendo, la ropa que llevas puesta, los muebles y las paredes que te rodean, los útiles que usas para escribir, los vehículos que pasan por la calle, la calle misma, la ciudad toda, son resultado de la labor humana.   

Cada uno de esos objetos tiene su pasado y sus antecedentes: antes de utilizar automóviles o tres eléctricos para trasladarse de un lugar a otro, las personas viajaron en vehículos impulsados por la fuerza del vapor, del viento o por la tracción animal.


Si observas fotografías antiguas de tus padres o de tus abuelos, de sus reuniones familiares, de sus antiguos lugares de trabajo o de sus viviendas en tiempos pasados, verás que se vestían de modo distinto del actual y que sus muebles o sus enseres domésticos también eran diferentes de los que se emplean en estos días.   

Fue el trabajo humano, continuando de generación en generación a través del tiempo y sumado a otras circunstancias, el que dejó como resultado nuestra actual civilización. Los caminos, los edificios, los aviones, las computadoras, el lápiz que utilizamos para escribir, todo ha sido construido por el hombre luego de un largo proceso que duro muchos milenios. El hombre modifico inclusive la naturaleza al construir canales, disecar pantanos, ganar tierras al mar.


Nuestro presente y nuestra civilización son, entonces, el resultado de un dilatado pasado que también nos pertenece, aunque no lo hayamos vivido personalmente.

Entendemos  por civilización el grado de evolución y desarrollo que alcanza una sociedad en sus múltiples expresiones: cultural, técnica, política, artística, económica.

En todos los tiempos los seres humanos se interesaron por conocer su propio pasado porque ese conocimiento ayuda a entender mejor el presente.

La ciencia que estudia el pasado humano se llama HISTORIA.

sábado, 1 de mayo de 2021

EL ESPLENDOR DEL FEUDALISMO

 LECTURA COMPLEMENTARIA

FEUDALISMO

EL CONTRATO

Este contrato, en realidad, generaba un mayor compromiso (una serie de obligaciones) entre el señor y sus vasallos.

El primero tenía como obligación proteger la vida, el honor y la propiedad de su vasallo, responder a su llamado y aconsejarlo. El vasallo, a su vez, estaba obligado a brindarle ayuda económica y material a su señor, realizar tareas cortesanas (administrar los dominios, transmitir mensajes), y a no realizar ningún tipo de acción que lo perjudicase. A medida que se afirmaba el sistema feudal, se extendía la costumbre de conceder “beneficios”. El acto que formalizaba la entrega de éstos se denominaba “investidura”, y se realizaba usualmente luego del juramento de fe y el homenaje. Generalmente, el señor otorgaba al vasallo  un símbolo del feudo. Cuando un vasallo no cumplía con el contrato que lo unía a su señor, era acusado de traición y juzgado por un tribunal señorial.


LA SOCIEDAD FEUDAL



El régimen feudal impuso un orden social basado en la subordinación. La sociedad estaba integrada por órdenes o estamentos, que se agrupaban de acuerdo con la función  que cumplía cada uno de sus integrantes. Los hombres de la Edad Media suponían que este tipo de organización era un reflejo del “orden querido por Dios”. A la cabeza de la sociedad se encontraba el primer estamento, compuesto por los nobles; luego, el segundo, integrado por el clero, y el finalmente, tercer estamento, constituido por el campesinado. Dentro de la sociedad feudal existía la servidumbre: los siervos permanecían ligados a las tierras, (propiedad del señor feudal) durante toda su vida, y sus abuelos, padres e hijos debían asumir esa condición, ya que esta situación era hereditaria. Las diferencias entre vasallaje y servidumbre eran las siguientes: el siervo no era libre de elegir a otro señor o de trasladarse a otro dominio; las obligaciones del siervo eran mucho más pesadas, ya que la tierra que trabajaban no era propia. También existía la esclavitud, aunque este sector de la sociedad disminuyo en número, si se lo compara con el de la Edad Antigua.

UNA ECONOMIA AUTOSUFICIENTE

La afirmación del sistema feudal y las constantes invasiones de los siglos IX y X dieron lugar a la aparición de grandes dominios agrícolas y retrajeron el intercambio comercial. El comercio por el mar Mediterráneo decayó a causa del avance de los musulmanes. La economía de este periodo se convirtió en una economía cerrada o de autosuficiencia, que generaba muy poco excedente. Esto se debió a que la producción se reducía a las necesidades del feudo. El uso de la moneda decayó y el intercambio comercial se redujo al trueque (intercambio de una cosa por otra). La agricultura era la principal actividad económica en la Alta Edad Media (siglo IX al XI). En menor medida, se practicaban la ganadería. El señor feudal organizaba las actividades económicas que iban a realizarse en su feudo, y sus tierras incluían las regiones más fértiles, los bosques, de donde obtenía madera, y las praderas. En el centro se situaba el castillo principal. Las tierras mansonarias eran las parcelas (mansos) que trabajaban los siervos para su propia subsistencia y, principalmente el mantenimiento del señor y de su familia.



¿Sabías que…?

… los castillos, en principio, eran torreones de madera, rodeados de una empalizada o foso? Posteriormente se realizaron de piedra. En ellos residían el señor feudal y los caballeros, además de las personas encargadas de servir al señor. Este tipo de construcción no era confortable; tenían ventanas pequeñas y eran muy fríos. Poseían una capilla, y contaban con bodegas y depósitos para almacenar provisiones en caso de sufrir asedios. La edificación era típicamente defensiva: en efecto, desde afuera es difícil distinguir la distribución de sus partes.