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jueves, 18 de abril de 2019
lunes, 11 de marzo de 2019
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO
REVOLUCIÓN FRANCESA
ACTIVIDADES
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO
Los historiadores suelen señalar que la Revolución
Francesa fue una “revolución burguesa”. Este concepto indica que las
transformaciones que produjo este proceso histórico dieron lugar a un nuevo tipo de
sociedad en la cual el sector social y político
preponderante pasó a ser la burguesía, y no la nobleza, como en el
antiguo régimen. Esto no quiere decir que sus actores fuesen exclusivamente los
burgueses. Así, en la Revolución Francesa
participaron, como miembros del Tercer Estado, otros grupos sociales
(campesinos, artesanos, trabajadores asalariados). Pero las transformaciones
políticas, jurídicas y culturales que introdujo dieron lugar a una sociedad
burguesa.
LA LIBERTAD Y LA IGUALDAD JURÍDICA
En el caso de la Revolución Francesa, un aspecto
fundamental que la muestra como una “revolución burguesa” fue el
establecimiento de la igualdad jurídica, es decir que, más allá de sus
diferencias de riqueza y de nacimiento, a todos los habitantes de Francia se
les aplicasen las mismas leyes. Al mismo tiempo, consagró una serie de derechos fundamentales para asegurar
las libertades individuales.
Estos principios fueron consagrados en la Declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional y publicada el 26 de agosto de
1789.Ese documento marcaba el nacimiento de la nueva sociedad, ya que reunía
las aspiraciones de la burguesía a que se puso fin a los privilegios de que
gozaba la nobleza y a las arbitrariedades del absolutismo.
ARTICULO 1. Los hombres nacen y permanecen libres
e iguales en derechos. Las distinciones sociales solo pueden fundarse en la
utilidad común.
ARTICULO 2. La finalidad de toda asociación
política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del
hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la
resistencia a la opresión.
ARTICULO
3. El principio de toda soberanía
reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo, ningún individuo, pueden
ejercer una autoridad que no emane expresamente de ella.
ARTICULO
4. La libertad consiste en poder
hacer todo aquello que no perjudique a otro; por eso, el ejercicio de los
derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan
a los demás miembros de la sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales
límites solo pueden ser determinados por la ley.
ARTICULO
5. La ley solo tiene derecho a
prohibir los actos perjudiciales para la sociedad. Nada que no esté prohibido
por la ley puede ser impedido, y nadie puede ser constreñido a hacer algo que
esta no ordene.
ARTICULO
6. La ley es la expresión de la
voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a contribuir a su
elaboración, personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma
para todos, ya sea que proteja o que sancione. Todos los ciudadanos, al ser
iguales ante ella, son igualmente admisibles en toda dignidad, cargo o empleo
público, según su capacidad y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus
talentos.
ARTICULO 7. Ningún hombre puede ser acusado,
arrestado o detenido, sino en los casos determinados por la ley y con arreglo a
las formas que esta ha prescrito. Quienes soliciten, cursen, ejecuten o hagan
ejecutar órdenes arbitrarias deberán ser castigados; pero todo ciudadano
convocado o aprehendido en virtud de la ley debe obedecer de inmediato; es
culpable si opone resistencia.
ARTICULO 8. La ley solo debe establecer penas
estricta y evidentemente necesarias, y nadie puede ser castigados sino en
virtud de una ley establecida y promulgada con anterioridad con anterioridad al
delito, y aplicaba legalmente.
ARTICULO 9. Puesto
que todo hombre se presume inocente mientras no sea declarado culpable, si se juzga indispensable
detenerlo, todo rigor que no sea necesario para apoderarse de su persona debe
ser severamente reprimido por la ley.
ARTICULO 10. Nadie debe ser incomodado por sus
opiniones, inclusive religiosas, a condición de que su manifestación no
perturbe el orden público establecido por la ley.
ARTICULO 11. La libre comunicación de pensamientos
y de opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre; en
consecuencia, todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente, a
cambio de responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la
ley.
ARTICULO 12. La garantía de los derechos del
hombre y del ciudadano necesita de una fuerza pública, por lo tanto, esta
fuerza ha sido instituida en beneficio de todos, y no para el provecho
particular de aquellos a quienes ha sido encomendada.
ARTICULO 13. Para el mantenimiento de la fuerza
pública y para los gastos de administración, resulta indispensable una
contribución común; esta debe repartirse equitativamente entre los ciudadanos,
proporcionalmente a su capacidad.
ARTICULO 14. Todos los ciudadanos tienen el
derecho de comprobar, por sí mismos o a través de sus representantes, la
necesidad de la contribución pública, de aceptarla libremente, de vigilar su
empleo y de determinar su prorrata, su base, su recaudación y su duración.
ARTICULO 15. La sociedad tiene derecho a pedir
cuentas de su gestión a todo agente público.
ARTICULO 16. Toda la sociedad en la cual no esté
establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los
poderes, carece de Constitución.
ARTICULO 17. Al ser la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede
ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada,
lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa indemnización.
martes, 5 de marzo de 2019
UNA SOCIEDAD FUNDAMENTALMENTE RURAL
LECTURA COMPLEMENTARIA
LA REVOLUCION FRANCESA
EL ANTIGUO REGIMEN
La Sociedad del Antiguo Régimen
fue el escenario de la Revolución y, al
mismo tiempo, el contexto en el que se constituyeron sus protagonistas
colectivas.
UNA SOCIEDAD FUNDAMENTALMENTE RURAL
A mediados del siglo XVIII, las
sociedades europeas estaban organizadas de un modo muy diferente del que tienen
en la actualidad. En Francia, de una población total de unos 23.000.000 de habitantes, más del 80% vivía en las zonas
rurales. París, la capital, tenía alrededor de 600.000 habitantes. Asimismo, la
precariedad de los sistemas de transporte y de comunicación acentuaba el carácter rural de la Francia del Antiguo
Régimen. La aldea continuaba siendo, entonces, el lugar en el que
transcurría gran parte de la vida colectiva de los campesinos.
Los productos agrícolas eran la
base de la alimentación de la sociedad y, por lo tanto, un elemento importante
de la economía del Antiguo Régimen. El gasto en pan podía significar la mitad
del dinero dedicado al consumo de una familia de los sectores populares; en
consecuencia, los aumentos en el precio del pan solían provocar motines en las
ciudades. Una mala cosecha, a su vez, condenaba al hambre a
numerosos campesinos. Estos datos muestran con claridad el tipo de sociedad características
del Antiguo Régimen. Así, el historiador Georges Lefebvre afirma en su obra, El gran pánico de 1789. La Revolución
Francesa y los campesinos que “En vísperas de la Revolución, para la
inmensa mayoría de los franceses el gran enemigo era el hambre”.
BUENOS AIRES VIVE DÍAS CONVULSIONADOS
LECTURA COMPLEMENTARIA
LA REVOLUCION EN EL RIO
DE LA PLATA
DE LAS INVASIONES A
LA REVOLUCION DE MAYO
El proceso de la Independencia del Río de la Plata se inició en Buenos
Aires en 1810. Al quedar vacante el trono en España, un Cabildo Abierto decidió
que las autoridades españolas fueron reemplazadas por una junta de gobierno.
BUENOS AIRES VIVE DÍAS CONVULSIONADOS
Se podría decir que el día 22 de
mayo dejó de existir el orden colonial en Buenos Aires; sin embargo, aún no se
sabía qué tipo de autoridad lo iba a reemplazar: El 23 de mayo, el Cabildo ordinario
asumió el poder vacante para crear al día siguiente una junta presidida por el
ex virrey Cisneros. Los sectores que habían promovido la reunión del Cabildo
Abierto no aceptaron esta decisión, que contradecía el argumento de la
reasunción de la soberanía por el pueblo. Como muestra de su rechazo,
movilizaron a un sector de la población hacia la plaza. El poder que los
comandantes de milicia habían adquirido sobre sus tropas luego de las
Invasiones Inglesas les sirvió como elemento de presión para imponer sus
posiciones frente a las autoridades españolas. Muchos de estos comandantes se
convirtieron en 1810 en jefes del proceso revolucionario.
Finalmente, el 25 de mayo, luego de la definitiva renuncia del virrey, se formó
la “Junta Provisional Gubernativa de las
Provincias del Río de la Plata a nombre del Sr. Dn. Fernando VII”¸
presidida por Saavedra. Los secretarios de la Primera Junta eran los abogados Mariano Moreno y Juan José Paso;
los vocales eran los abogados Manuel Belgrano y Juan José Castelli, los comerciantes
españoles Juan Larrea y Domingo Matheu, el eclesiástico Manuel Alberti y el
hacendado y militar Miguel de Azcuénaga. Es decir, la Primera Junta estaba
integrada por un espectro de personajes que iba desde comandante de milicias,
abogados y periodistas hasta ricos comerciantes de la ciudad.
CABILDO ABIERTO: Figura
institucional utilizada en tiempos coloniales para reunir a los vecinos de una
ciudad – previamente convocados por el Cabildo – para discutir cuestiones de
interés común. En el Río de la Plata, si bien no fue frecuente este tipo de
convocatoria en la época colonial, sí lo fue luego de 1810.
Baltasar Hidalgo de Cisneros. (Museo Naval de Madrid). |
BUENOS AIRES CONVOCA A UN CABILDO ABIERTO
LECTURA COMPLEMENTARIA
LA REVOLUCION EN EL RIO
DE LA PLATA
DE LAS INVASIONES A
LA REVOLUCION DE MAYO
El proceso de la Independencia del Río de la Plata se inició en Buenos
Aires en 1810. Al quedar vacante el trono en España, un Cabildo Abierto decidió
que las autoridades españolas fueron reemplazadas por una junta de gobierno.
BUENOS AIRES CONVOCA A UN CABILDO
ABIERTO
El 22 de mayo de 1810 se convocó a los “vecinos más distinguidos” de la
ciudad de Buenos Aires a un Cabildo Abierto. Es preciso tener en cuenta que
la condición de vecino sólo era otorgada a aquellos que reunían ciertos
requisitos: ser casados, estar afincados en el lugar, tener propiedad en la
ciudad y acreditar notoriedad pública. De manera que sólo una parte minoritaria
de la población de una ciudad podía participar en un Cabildo Abierto y, además,
quedaba excluida toda la población rural. En Buenos Aires, por ejemplo, en 1810
había aproximadamente 40.000 habitantes
en la ciudad y cerca de 32.000 habitantes en la campaña rural; sin embargo,
para el Cabildo Abierto se enviaron 450
invitaciones. Finalmente se presentaron sólo 251 vecinos.
¿Qué se discutió ese día en el
cabildo? En primer término, qué posición se debía asumir frente al poder
vacante a causa del cautiverio del rey. Los criollos apelaron en primer lugar
al mismo argumento utilizado por las juntas formadas en España y en el resto de
América, al quedar vacante la corona: el derecho de los pueblos a reasumir la
soberanía. Sin embargo, la teoría de la reasunción de la soberanía tropezó
con el argumento de que si la soberanía debía volver a “los pueblos”, no podía
el pueblo de Buenos Aires decidir él
solo por todos los demás que formaban parte del Virreinato. El problema se
resolvió parcialmente: ante la urgencia de la situación, los concurrentes al
Cabildo Abierto dejaron en manos de las
autoridades del Cabildo el poder declarado vacante, con el compromiso de
elegir en el seno de ese Cabildo a las
nuevas autoridades. Así, el Cabildo de Buenos Aires formó “provisoriamente” una Junta de Gobierno,
hasta tanto se convocara a los demás pueblos a que eligieran a sus
representantes para formar una junta de “todos los pueblos” del ya extinguido
Virreinato del Río de la Plata.
DE LAS INVASIONES A LA REVOLUCIÓN DE MAYO
LECTURA COMPLENTARIA
LA REVOLUCIÓN EN EL RIO DE LA PLATA
DE LAS INVASIONES A
LA REVOLUCIÓN DE MAYO
El proceso de la Independencia del Río de la Plata se inició en Buenos
Aires en 1810. Al quedar vacante el trono en España, un Cabildo Abierto decidió
que las autoridades españolas fueron reemplazadas por una junta de gobierno.
LAS INVASIONES INGLESAS
En 1806 y en 1807, las fuerzas británicas intentaron conquistar la capital del Virreinato del
Río de la Plata. La consecuencia más importante de esta invasión – que
culminó con la reconquista de Buenos Aires y la ratificación de la fidelidad al
rey de España – fue la militarización de
la elite urbana porteña. Los comandantes y jefes de los cuerpos milicianos
– que eran elegidos por sus propias tropas – improvisaron la defensa frente al
invasor y se convirtieron en héroes de la reconquista del Río de la Plata.
El protagonismo de las milicias
urbanas durante las invasiones dejó el dominio militar de Buenos Aires en manos
de las fuerzas criollas. De manera que, cuando en 1808 se conocieron en el Río
de la Plata los sucesos de Bayona y la situación creada en España luego de la
abdicación del rey, las milicias urbanas, comandadas por el coronel Cornelio
Saavedra, se decidieron a actuar. Este sector miliciano junto con un grupo de
la elite porteña – en el que se encontraban Mariano Moreno y Manuel Belgrano –
presionaron al entonces virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros con el fin de
convocar a un Cabildo Abierto para discutir qué posición debían tomar frente al
trono vacante.
Invasiones inglesas a Buenos Aires, pintado por Madrid Martínez, litografía de 1807 |
jueves, 31 de enero de 2019
LAS GRANDES MIGRACIONES – La Segunda Fase de la Revolución Industrial
LECTURA COMPLEMENTARIA
LAS GRANDES
MIGRACIONES – La Segunda Fase de la
Revolución Industrial
Debido al cambio en la estructura
económica de los países industrializados, un gran número de campesinos abandono las zonas rurales y se
dirigió a las ciudades en busca de trabajo.
Los recién llegados, al no contar
con la capacitación técnica adecuada para el trabajo fabril, se dedicaron a
otras tareas.
Los hombres se emplearon en la construcción
de las redes ferroviarias, en la edificación
de viviendas, o instalaron modestos
comercios; las mujeres, en cambio, se desempeñaron en el servicio doméstico.
A medida que la población de las
ciudades aumentaba, también crecían el
desempleo y la marginación social. La burguesía
gobernante fomento la emigración hacia otras regiones del mundo, ya que cuantos
menos habitantes hubiera más se reduciría el índice de desocupación.
Este gran movimiento de población
fue facilitado por las mejores en los
medios de transporte. Los viajes en buques de vapor se hicieron más cortos
(en promedio, tardaban quince días en cruzar el Atlántico), y los pasajes, más
baratos. Estados Unidos, Argentina y
Australia fueron los Estados hacia donde se dirigió la mayor parte de la población
europea expulsada por la pobreza.
Los inmigrantes tuvieron que
afrontar grandes dificultades para instalarse y vivir en estos nuevos destinos.
Muchas veces debieron aprender un nuevo idioma, adaptarse a otras costumbres y
desempeñar un nuevo oficio. A causa de la especulación con los precios de las
tierras y a la existencia de latifundios, los inmigrantes debieron instalarse
en las ciudades portuarias. Estas se europeizaron y crecieron a un ritmo tan
vertiginoso que se originó un rápido
proceso de urbanización.
EXODO RURAL - ANTONIO ROCCO |
No todos los europeos que
llegaron se quedaron en los países de destino; debido a las duras condiciones de
vida, algunos optaron por regresar a su país de origen.
Las consecuencias de este fenómeno
inmigratorio fueron muy importantes. En el viejo continente se redujo
considerablemente el índice de desocupación y se alivió la tensión social,
producto del descenso demográfico y de los envíos de dinero que los emigrados hacían
a sus parientes. En las regiones receptoras, los cambios fueron aún más
importantes. Los nuevos Estados vieron crecer aceleradamente su población y sus
ciudades, y comenzó una transformación radical de su estructura social y económica.
ENCICLOPEDIA
ESTUDIANTIL DE LA
HISTORIA UNIVERSAL –
VOL II
AÑO 2012
FERROCARRILES Y AUTOMÓVILES – La Segunda Fase de la Revolución Industrial
LECTURA COMPLEMENTARIA
FERROCARRILES Y AUTOMÓVILES – La Segunda Fase de la
Revolución Industrial
A mediados del siglo XIX
numerosos países poseían una amplia red de carreteras y un vasto sistema de
comunicación fluvial. Hacia fines de la centuria aparecieron nuevos medios de
transporte, que cobrarían gran trascendencia en el siglo XX: el ferrocarril y
el automóvil.
EL FERROCARRIL
Hacia el año 1600, ya existía un
muy primitivo “ferrocarril”, que consistía en dos vías angostas que facilitaban
el deslizamiento de cargamentos, impulsados por caballos. En 1829, Georges Stephenson creó la “Rocket”, una
locomotora impulsada a vapor, reemplazando
a los caballos. Pronto fue adoptada por los propietarios mineros. En 1830 se inauguró la línea Liverpool –
Manchester, que conectaba el puerto
con una ciudad fabril. En 1850, el ferrocarril se había extendido por toda
Inglaterra. Se había comenzado también el transporte de pasajeros, lo que
resultó el mayor negocio del ferrocarril. El desarrollo de este nuevo
transporte fue llevado a otros países por Inglaterra,
que se aseguraba, de este modo,
los beneficios económicos.
LOS PRIMEROS AUTOMÓVILES
El automóvil tuvo su origen en el carro
de vapor, fabricado por Nicolás
Joseph Cugnot a fines del siglo XVIII. Los ingenieros ingleses
construyeron, entre 1820 y 1840, gran cantidad de vehículos autopropulsados con
vapor, para transportar los minerales por las carreteras.
Estos gigantescos y ruidosos
vehículos no pudieron competir con los ferrocarriles, por lo que
se detuvo su producción. Años más tarde, se realizaron distintos intentos con
motores propulsados con gas, aire comprimido o electricidad, pero sus resultados
no fueron satisfactorios.
NICOLAS JOSEPH CUGNOT |
En Francia también se realizaron
pruebas con motores de bencina y se construyeron excelentes máquinas de vapor.
El paso trascendental se dio entre 1885 y 1887,
cuando los alemanes Karl Benz y
Gottlieb Daimier construyeron los primeros automóviles con motor de
gasolina. Para ello, fue importante la invención del neumático por Dunlop y Michelin. Estos primeros vehículos
tenían tres ruedas y desarrollaban velocidades inferiores a 40 kilómetros por
hora. En los Estados Unidos también se desarrollaron prototipos. En el año
1891, Lambert construyo el primer automóvil de gasolina del
país.
HENRY FORD |
En la última década del siglo XIX, Henry
Ford dio gran impulso a la incipiente industria automotriz. En vísperas de
la Primera Guerra Mundial, la mitad de los automóviles del mundo se producían y
circulaban en Estados Unidos. Este fenómeno se debió, en gran medida, a las grandes distancias que
se debían cubrir y los mayores avances en el trabajo en serie.
ENCICLOPEDIA
ESTUDIANTIL DE LA
HISTORIA UNIVERSAL –
VOL II
AÑO 2012
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